El primero está motivado por la declaraciones de Lorenzo Clemente y el segundo por las puntualizaciones que tuvimos que hacer a esas declaraciones. Sin entrar a valorar la parcialidad del periodista, debemos congratularnos de que por fin el ex-presidente se haya dado cuenta de que los enemigos del barrio son "los de la Umbría", sí, esos que han pedido que se derriben nuestras casas, sí, esos a los que Clemente defendía e incluso se ofrecía como intermediario para que consumasen el chantaje al Ayuntamiento.
En cuanto a "la tranquilidad que nos trasmite el Consejero sobre el futuro de las casas", si hubiera acudido con los vecinos a la reunión que mantuvimos con Quintana el 8 de febrero, no hubiera tenido la necesidad de "mantener frecuentes contactos telefónicos" para saber que la redacción del PGU incluía los terrenos del Residencial como suelo urbano consolidado. Sabemos que tanto el Ayuntamiento como la Junta han hecho todo lo posible en el aspecto administrativo, aunque la tranquilidad definitiva vendrá cuando la Sala de lo Contencioso-Administrativo dictamine que no se tiran las casas. Algo que esperamos que no se retrase mucho más.
La otra cuestión, la de la legalidad de la nueva Junta Directiva, está fuera de duda. Por mucho que intente tergiversar las cosas, la Asamblea donde fue revocado Lorenzo Clemente y su directiva fue legal, nadie puede demostrar lo contrario. Una cosa es hablar por hablar (o mejor dicho, por confundir) y otra muy distinta demostrar lo que se dice con documentos. Porque cuando uno acusa sin pruebas, miente. Y mentir está muy feo, ¿no se lo enseñaron de pequeñito?
Señor Clemente, usted fue elegido "a dedo". En realidad, el único ilegal en este asunto ha sido usted. Porque una presidencia como la suya deja de ser provisional cuando pasan más de dos años.
Nosotros hemos inscrito el cambio de directiva en el Ayuntamiento y en la Junta de Extremadura. Sin embargo, usted no lo hizo ¿por qué? Me aventuro a decir que fue porque no podía presentar ningún documento que le acreditara como legítimo presidente.
Usted pide ética y decencia. Yo le pido RESPONSABILIDAD. La Asamblea, que es a la que nos debemos, ha dicho bien claro que quiere otra directiva. Déjenos trabajar. Si lo hacemos mal, critíquenos. Y si lo hacemos bien, no hace falta que nos diga nada. Pero no se vaya, no queremos que se marche nadie más, éramos casi 200 socios en 2008 y solo 123 a finales de 2009.
Su negativa a facilitarnos la documentación y los bienes de la Asociación está impidiendo que podamos desarrollar nuestro trabajo adecuadamente. Sus mentiras y su obstrucción han hecho mucho daño. Yo le pido que deje a un lado sus rencillas personales y piense en el bien del Residencial. Al fin y al cabo, todos vivimos en el mismo barrio, y no tenemos que ser amigos, pero es muy triste pasear por la calle y ver como un vecino te vuelve la cara o habla mal de otro.
Le recuerdo, por otra parte, que usted no está legitimado para convocar ninguna asamblea, si lo hiciera, los acuerdos sería nulos de todo derecho. Pero si cree que la Asociación debe celebrar una asamblea, estamos abiertos para escuchar sus propuestas.
Luis Fernando Figueroa
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